Luz quebrada

El golpe de estado del 18 de julio de 1936 rompió los sueños de gran parte de la población y para las mujeres supuso una gran pérdida, de todos los derechos que habían conseguido con la II República, pero también de los hombres que formaban parte de su vida. El espectáculo recupera algunas historias de estas mujeres que fueron a presión, no por sus ideas políticas, si no porque eran hijas de uno o mujeres de otro. Y reivindicar el papel de otras mujeres, activistas, fuertes y valientes, que se atrevieron a enfrentarse con los que las querían hacer callar. Recuperamos un pedazo de historia que no parecía interesar mucho, porque no era la historia del protagonista, si no de los personajes secundarios que, así mismo, fueron objeto de una venganza y represión tan dura como la de sus compañeros, padres o hijos.