ANTECEDENTES
En mi trayectoria profesional dentro del mundo de la interpretación tuve la suerte de encontrarme con uno de los personajes mas ricos y ambiciosos del panorama teatral español, “Bernarda Alba”, cuatro años compartiendo dos almas en un escenario crearon un vinculo de entendimiento e inquietud con este personaje. Un drama de mujeres sin hombres en una realidad social patriarcal férrea e intransigente con el único propósito de subsistir, cada día que lo interpretaba me revelaba más su particular mundo interior llevándome a hacerme preguntas sin respuesta, sucesos que nunca se desvelaron después de su último “Silencio, nos hundiremos todas en un mar de luto. Silencio”.
EL TEXTO
Una exhaustiva labor de investigación junto con mi compañera de reparto Pilar Civera, la cual se implicó de igual manera, me incitó a dar forma a este texto en un intento por desvelar ese oculto interior de dos personajes potencialmente extraordinarios , la necesidad de indagar sobre emociones jamás mostradas, una conversación entendida entre actriz y personaje, desvelar los secretos que quedaron escondidos en la obra de Lorca. En base al conocimiento de ambos personajes y tras un tiempo de investigación por parte de ambas actrices y de adquirir los suficientes conocimientos surgió este texto teatral. “BERNARDA Y PONCIA “ (Silencio nadie diga nada)
Encuadrada dentro de un día cualquiera de verano ocho años después aquel último “silencio”, un mano a mano entre Bernarda y Poncia donde un suceso inminente planea sobre ambas y que determinara una apertura de recuerdos, vivencias y emociones, sin perder esa personalidad creada por Federico García Lorca con la que vistió a estos personajes, dando respuesta a preguntas tales como ¿que pasó con las hijas de Bernarda?¿Qué hay detrás de la frialdad de Bernarda? ¿Qué relación tenían Bernarda y Maria Josefa, su madre?¿Qué les une a Bernarda y a Poncia? De preguntas como estas nació este texto. El deseo del saber lo hizo posible. Pilar Ávila
En mi trayectoria profesional dentro del mundo de la interpretación tuve la suerte de encontrarme con uno de los personajes mas ricos y ambiciosos del panorama teatral español, “Bernarda Alba”, cuatro años compartiendo dos almas en un escenario crearon un vinculo de entendimiento e inquietud con este personaje. Un drama de mujeres sin hombres en una realidad social patriarcal férrea e intransigente con el único propósito de subsistir, cada día que lo interpretaba me revelaba más su particular mundo interior llevándome a hacerme preguntas sin respuesta, sucesos que nunca se desvelaron después de su último “Silencio, nos hundiremos todas en un mar de luto. Silencio”.
EL TEXTO
Una exhaustiva labor de investigación junto con mi compañera de reparto Pilar Civera, la cual se implicó de igual manera, me incitó a dar forma a este texto en un intento por desvelar ese oculto interior de dos personajes potencialmente extraordinarios , la necesidad de indagar sobre emociones jamás mostradas, una conversación entendida entre actriz y personaje, desvelar los secretos que quedaron escondidos en la obra de Lorca. En base al conocimiento de ambos personajes y tras un tiempo de investigación por parte de ambas actrices y de adquirir los suficientes conocimientos surgió este texto teatral. “BERNARDA Y PONCIA “ (Silencio nadie diga nada)
Encuadrada dentro de un día cualquiera de verano ocho años después aquel último “silencio”, un mano a mano entre Bernarda y Poncia donde un suceso inminente planea sobre ambas y que determinara una apertura de recuerdos, vivencias y emociones, sin perder esa personalidad creada por Federico García Lorca con la que vistió a estos personajes, dando respuesta a preguntas tales como ¿que pasó con las hijas de Bernarda?¿Qué hay detrás de la frialdad de Bernarda? ¿Qué relación tenían Bernarda y Maria Josefa, su madre?¿Qué les une a Bernarda y a Poncia? De preguntas como estas nació este texto. El deseo del saber lo hizo posible. Pilar Ávila