Las andanzas de Cajal

Las andanzas de Cajal, es un espectáculo que nace como acto inaugural del 50 aniversario de la A.F. Santa Leticia de Ayerbe.

“La villa de Ayerbe estaba en deuda con su historia. La figura de Santiago Ramón y Cajal constituye uno de los principales elementos de identidad de este pueblo. Un pueblo y una zona que forjaron en su infancia la personalidad del más importante hombre de ciencia que ha dado este país.

El espectáculo está basado en su libro “Mi infancia y juventud”, poniendo en escena momentos importantes y anécdotas ividas en  las principales localidades donde Santiagué, como así se le conocía de niño en Ayerbe, creció hasta convertirse en el primer Premio Nobel español de Medicina (segundo de los premios Nobel españoles, ya que sólo dos años antes lo conseguía José Echegaray en Literatura).

La presentación del espectáculo, corre a cargo de Francisco Fraguas, actor aragonés de reconocido prestigio.

Todos los textos utilizados en la presentación han sido extraídos del libro al que hacíamos referencia “Mi infancia y juventud”, escrito por el propio D. Santiago Ramón y Cajal, a modo de biografía. Las coplas, utilizadas para narrar sus vivencias en cada localidad donde residió, se han compuesto para este espectáculo en base a las memorias contadas en el citado libro.

Nuestro espectáculo, parte en Navarra,en Petilla de Aragón donde nació Ramón y Cajal, ya que su padre ejercía allí de médico, trasladándose a Larrés, pueblo natal de sus padre a los pocos días de su nacimiento.

Luna y Valpalmas serían sus siguientes destinos, donde empezó a ir a la escuela, descubriendo su amor por la naturaleza.

A los 8 años de edad llegaría a Ayerbe, donde recuerda con cierto humor, las maneras de “charrar” que allí tenían, con la lengua aragonesa todavía en uso. Muchas anécdotas, travesuras y sus primeros sentimientos de amor, en una copla que él mismo escribió,

MI CORAZÓN LIBRE ESTABA

ANTES QUE A TUS OJOS VIERA

RISUEÑO EL SOL CONTEMPLABA

Y EN ETERNA PRIMAVERA

ALEGRE Y FELIZ SOÑABA

donde vemos su faceta como escritor. En Ayerbe también descubriría su arte para el dibujo.

Desde luego, lo que no demostró en Ayerbe, fue ser un buen estudiante, por eso su padre lo envía a estudiar a los Escolapios de Jaca, donde tampoco parece cambiar su actitud ante el estudio, volviendo a Ayerbe para empezar el Bachiller en Huesca. Allí empezará a interesarse por  la fotografía. Y es que D. Santiago Ramón y Cajal fue un genio, en muchos otros aspectos además de la medicina.

Su juventud entre Ayerbe y Huesca, trabajando como barbero o zapatero por su poca implicación en los estudios, que pronto cambiaría comenzando sus estudios de medicina en Zaragoza, como su padre siempre había querido para él.

Allí su vida, profesionalmente hablando, cambió radicalmente, convirtiéndose en un gran alumno y dedicado en cuerpo y alma a sus estudios e investigaciones. Ya como licenciado en medicina, fue enviado como médico a la guerra de Cuba, donde un contraste de alegría y cruda realidad, lo hicieron volver enfermo, recayendo varias veces y llegando a temer por su vida.

Con conocimiento de causa, su padre lo envía a los Baños de Panticosa, esperando el milagro de su curación, que por fortuna tuvo lugar, completando su recuperación en el Monasterio de San Juan de la Peña, bajo los cuidados de su hermana.

Ya recuperado y de vuelta a Zaragoza, coincide con una dama que ya había conocido años atrás en Huesca, Silveria Fañanás, con la que formaría una gran familia de 7 hijos. Con ella emprendería camino a Madrid, donde su labor de investigación y su carrera científica, empiezan a tener reconocimiento, consiguiendo el Premio Nobel de Medicina en 1906.

Aquí, terminará nuestro espectáculo, pero no el legado que D. Santiago Ramón y Cajal nos dejó, que estamos seguros perdurará para siempre.