EL PERRO

Un Actor, un cómico, un juglar de Dios se abre paso, por la gracia del espíritu santo que es
el Humor, a través de las tablas del escenario de un Teatro para presentar a un ¿místico?
¿filósofo? ¿sabio? –que más da- un ser extraordinario que bebió de la fuente de la virtud
para recorrer el camino del cuerpo al alma.
Diógenes de Sínope, el cínico y el perro, fue un antisistema que agitó y desmembró con su
afilada ironía y su sarcástica vida, la sociedad y la política griega, mostrándole a la Grecia de
aquella época, ¿y a la sociedad española del siglo XXI? Sus miserias y sus descosidos…
Hizo arrodillarse a la prepotencia, tendió en los balcones las sábanas sucias de la
corrupción y expuso en el mercadillo de la podredumbre social la hipocresía que abrigaba
¿o abriga? A la joven/vieja utopía que era la democracia.
Ocupen sus butacas, y sobre todo -esto es importante- no opongan resistencia a la verdad
del cínico Diógenes porque la ironía de este “perro” puede ser un poco dolorosa.