MIKEL ERENTXUN CICLO «A ESCUCHETE»

El vuelo de Mikel Erentxun 35 años después. El artista revisita casi cuatro décadas de canciones en un doble disco de dúos, “Amigos de Guardia”, con más de 20 músicos de generaciones distintas Mikel Erentxun sentía que con “El último vuelo del hombre bala” (2019), el tercer disco de su trilogía grabada en El Puerto de Santa María con Paco Loco, cerraba el ciclo trazado con “Corazones” y luego con “El hombre sin sombra”. Era el momento de pensar bien hacia dónde seguir caminando en esa búsqueda constante que le caracteriza. Entonces, instintivamente, se encendió una luz, la luz de la memoria: en 2020 se cumplía el 35 aniversario del primer disco de estudio de Duncan Dhu -Por tierras escocesas (1985)- y como no hay futuro sin pasado, decidió crear un proyecto que sirviera de puente, de transición ante lo que está por venir. De este modo, nació “Amigos de Guardia” (DRO-Warner Music) un doble álbum –cuádruple en vinilo- producido por Ricky Falkner que trae al presente canciones atemporales a dúo con más de una veintena de artistas como Coque Malla, Leiva, Zahara, Bunbury, Anni B Sweet, Iván Ferreiro, Amaral, Santi Balmes, Amaia, Andrés Calamaro, Quique González o Diego Vasallo.

El coronavirus frustró su idea inicial de registrar el repertorio desde un auditorio y no tuvo más remedio que renunciar al público, aunque no a la riqueza de las aportaciones de otros músicos ni a la esencia del directo. Los temas están interpretados con la banda tocando a la vez en Estudio Uno. Con una sonoridad única y contemporánea revisita, en mayor o menos medida, las composiciones de su vida -tanto en solitario como con Duncan Dhu- desde el punto de vista de la actualidad construyendo un puente entre tiempos tremendamente emocionante.

El elenco de colaboraciones incluye a las figuras más interesantes del panorama actual. Pesos pesados de la música se unen a nombres más prometedores, voces que como la del donostiarra están destinadas a perdurar. Algunos son gigantes del oficio, compañeros de juergas musicales, y otros, nuevos amigos que han crecido y hasta formado su identidad sonora gracias a sus discos. El músico consigue unificar personalidades, mantener su impronta, y a su vez, la de cada invitado.

Bunbury y Andrés Calamaro imprimen sus inconfundibles colores en “Veneno” y “A tientas” respectivamente. El camaleónico Coque Malla en uno de sus grandes hits, “A un minuto de ti”. Zahara y Leiva en la preciosista “Mañana”: Leo propaganda del sol sobre tu cuerpo al atardecer aparcados muy cerca de un río que sonríe igual que tú. Amaia en la inmortal “Esos ojos negros” que adquiere una dimensión nueva, la dulzura no tiene límites.

Sorprende la nueva explosión de creatividad de la emblemática “En algún lugar” con Santi Balmes -Love of Lesbian- y Víctor Cabezuelo -Rufus T. Firefly-: En algún lugar de un gran país olvidaron construir, un hogar donde no queme el sol y al nacer no haya que morir. O la envolvente “Ángel en llamas” con Anni B Sweet: la más bella inspiración, delicada tentación en este mar de plata, a orillas de ti.

La voz de Eva Amaral camina sobre la poderosa “Entre Salitre y Sudor”: Barcas a la mar. Campanas en la gran ciudad. El viento a favor. Es hora de marchar. La de Quique González en “Intacto”, uno de los temas que Erentxun firmó con el desaparecido Rafael Berrio y que conserva intacto su espíritu. Al igual que “Sé libre, sé mía” donde Miren Iza -Tulsa- canta desde otro lugar como homenaje a dos compositores imprescindibles.

Polvo en el cristal del salón de baile, lágrimas de mar, fuego en el aire y las luces de neón apuntando al corazón. Maika Makovski está en “Cicatrices”: No voy a cambiar, no voy a perder, no voy a caer. Me han crecido alas en las cicatrices. Nina de Juan -Morgan- en la terapéutica “El mejor de mis días” en la que solo existe hoy. Marc Ross -Sidonie- y Juan Aguirre -Amaral-, ambos fanáticos de The Smiths, tenían que estar sí o sí en “Esta luz nunca se apagará”, su particular versión del tema de la banda inglesa. “Si te vas” se adapta magistralmente al carácter de Xoel López que comparte con Mikel referencias musicales de pop clásico y la predilección por figuras como los Beatles o Bowie.

Te conformabas con la luna, no me pediste mucho más, pero lo cierto es que no te bastó cuando te la ofrecí. Uno de los momentos más especiales llega con “Quién se acuerda de ti”, una grandísima canción pop con una melodía espectacular interpretada con Diego Vasallo, la otra mitad de Duncan Dhu que prefirió escoger un tema de la discografía en solitario del que fuera su compañero de discos de oro. La complicidad se mantiene indemne. Después de todos estos años, he pedido tiempo muerto para volver a leer el modo de empleo de la soledad.

Destaca el abrazo musical que construye junto a su amigo Iván Ferreiro en “De espaldas a mí”, o con Izaro en “A tu lado” que contiene otro de los mensajes más cálidos del disco: Creo en ti, inagotablemente en ti. Inclasificables y brillantes resultan “Rozando la eternidad” con Ángel Stanich o “Con el tiempo a favor” con Abraham Boba -León Benavente- porque hasta suenan guitarras de madrugada. El conjunto se cierra de la mejor manera posible, ardiendo. Rafa Val y Alberto Cantúa -Viva Suecia- participan en “Llamas de hielo”, una balada que apaga nuestro incendio.

“Amigos de guardia” desprende lucidez melódica, amor en todas las capas de las canciones. Dicen que 35 años de Mikel Erentxun son como 50 de cualquier otro mortal y es cierto. Como aquí certifica, es un hiperactivo musical, un animal de carretera, un melómano empedernido que curiosea en las músicas modernas sin olvidar su raíz. Ocupa un lugar privilegiado en el olimpo de los grandes intérpretes de este país y además no está solo: canta acompañado de amigos que velan por sus creaciones. No existe homenaje más hermoso que éste.

El disco será un regalo para sus incondicionales que se reencontrarán con recuerdos y vivencias. Dibuja una perspectiva muy completa de una discografía en la que precisamente el directo es una parte imprescindible. El aplauso no se escucha, pero está. Llegará también, estoy segura, a nuevo público que disfrutará de la magia intangible de la primera vez