#ALGORITMOS

Partimos de una noticia publicada por el New York Times (El algoritmo de Amazon detectó un producto muy usa- do por suicidas… y ahora lo recomienda junto a otros que facilitan el suicidio). La trama es contada en primera persona por nuestro protagonista. Tiene la necesidad de explicar cómo ocurrió todo.

Recibo un paquete de amazon en casa, uno más de los muchos paquetes que recibo. Al abrirlo no identifico el contenido, parece ser que es un conservante alimentario. Al revisar el paquete, compruebo que no soy yo el destinatario, el mensajero debió dejarlo por error. Va dirigido al piso de al lado, a nombre de una chica. Pensaba que el piso de al lado estaba vacío, deben haberlo alquilado reciente- mente. No tengo claro si me he cruzado con ella, no lo pienso mucho, llevo unos meses prácticamente encerrado en casa, estoy separándome de mi pareja y el pro- ceso está siendo complicado y doloroso.

Llamo a su puerta pero ella no se encuentra en casa. Tengo su nombre y decido buscarla en internet. A través de una red social le dejo un mensaje y varios días más tarde ella contesta, me da las gracias y me pide que deje el paquete en su buzón. A pesar de ser vecinos, de vivir pared con pared, solo sé de ella por lo que veo en la red social. Su perfil es extraño, no tiene más de cuatro o cinco amigos, todos familia. No publica nada, no comparte nada, no es normal un perfil así. Quien sí publica más de lo que desearía es mi ex, parece que le va bien. Mucho mejor que cuando estaba conmigo. Me parece innecesario y cruel que se pase el día contándole a todo el mundo lo lo feliz que es desde que no estoy en su vida. Debería aprender de mi vecina, tan prudente, tan discreta ¿qué será ese pro- ducto que compró? ¿Trabaja en control alimentario? Investiguemos.

Parece que mi vecina está intentando ocultarse. No quiere que la contacten ¿qué ha ocurrido? Sigo investigando.

¿Una mala experiencia? ¿Sufrió acoso? ¿La insultan en las redes? Quiero saber quién la insulta y porqué, busco en los contenidos que suben a las redes sus acosadores, el algoritmo supone que me interesan y cada vez más, sin necesidad de que yo los busque, me ofrece ese contenido. No dejo de pensar en mi ex.

Cada uno en su propia burbuja, creando una historia de amor y una realidad que sólo existe cuando es observada, alimentándose de miedo, enfatizando emociones negativas, idealizando y cosificando al otro, radicalizando esa masculinidad tóxica.