Teatro | Comedia
90 minutos | Castellano | Adulto
La cosa es así: Ernesto Arias, Juan Cañas y yo nos juntamos para jugar con este texto y la maga que adaptó el texto y nos dirigió es la gran Julieta Soria. Esta locura fue posible gracias a Calema Producciones, al apoyo de la CAM y el Festival Clásicos en Alcalá.
La puesta en escena -ágil, cambiante, rebosante de humor-toma la idea del juego que subyace en la obra y la emplea como hilo conductor para articular el resto de elementos: sobre una escenografía que es un tablero y que completan el vestuario de Igone Teso, la iluminación de David Vizcaíno y la música original de Juan Cañas, tanto actores (Carolina Calema, Ernesto Arias y Juan Cañas, que se echan a suertes entre los tres a todos los personajes), como Demonio y Virgen y resto de personajes saltan casillas, tiran dados o mueven fichas sin tener, eso sí, demasiado claras, cuáles son las reglas que determinarán su suerte. Y también los espectadores se verán en la necesidad de participar en el juego de doña Ângela, que no es otro que, por medio del teatro, cambiar las reglas de la vida.
Vamos al lío, los pongo en contexto sobre la pieza… ¿Qué pensaban las mujeres sobre su propia situación en el siglo XVII? ¿Se sentían conformes con ella? ¿Cómo se sentían ante cuestiones como el honor, el decoro, la obediencia a sus padres y hermanos, o la obligación de callar determinados temas? A estas y otras interesantes cuestiones responde Dicha y desdicha del juego y devoción de la Virgen, una obra de Ângela de Azevedo, autora portuguesa del siglo XVII que escribía en castellano, que se estrena por primera vez con versión y dirección de Julieta Soria.
En ella, el Demonio y la Virgen se juegan las almas de sus fieles, y asistimos a los vaivenes “amorosos” de dos parejas: Fadrique y María; Felisardo y Violante. La comedia -divertidísima y de una calidad literaria indiscutible- no elude, sin embargo, temas muy serios y complejos como la violencia que se ejerce sobre las mujeres. En Dicha y desdicha, un padre agrede físicamente a su hija por rebelarse contra un matrimonio impuesto; un joven se juega a su hermana en una partida de naipes y otro está a punto de cometer una violación. Doña Ângela nos sorprende como espectadores actuales con su posicionamiento radical del lado de la libertad y el respeto a las mujeres (y también a los criados) así como con una clarividente crítica social teñida de pesimismo por la que parece concluir que, en ausencia de una sociedad que respete a las mujeres, la única fuerza capaz de protegerlas es la Virgen María.
Ficha Artística
- Autores:Ângela de Azevedo
- Adaptación:Julieta Soria
- Traducción:
- Dirección:Julieta Soria
- Intérpretes:
- Producción:Calema Producciones
- Escenografía:Igone Teso
- Coreografía:
- Vestuario:Igone Teso
- Música:Juan Cañas