Música | Clásica
60 minutos | Castellano | Adulto
Beethoven escribió un asombroso número de arreglos de canciones populares durante un período de once años, desde 1809 hasta 1820.
Los arreglos de Beethoven son ingeniosos. Las partes de violín y cello pueden ser opcionales; son lo suficientemente independientes como para agregar interés cuando se utilizan, mientras que no se resta nada si se omiten. Beethoven trabajó con armonizaciones modales en un contexto clásico, produciendo resultados sorprendentemente bellos.
Beethoven, conocido en algunos ambientes como “el español” por ser bajo y moreno y tener el genio vivo, sabría de España por su abuelo flamenco (apodo y ascendencia que, extrañamente, no han generado especulaciones patriotas) y quizá de ahí le vino el interés por la figura de Egmont y su lucha contra los españoles. Pero ni eso, ni la ubicación en Sevilla de Fidelio, ni el hecho de que La victoria de Wellington fuese en Vitoria, relacionan su obra con España tanto como lo hacen las tres -o cuatro- canciones españolas.
Tres o cuatro, pues además de La tirana se embarca, Una paloma blanca y Como una mariposa, editadas en las 23 canciones de diversos países, en esa misma serie hay una cuarta titulada Yo no quiero embarcarme, un bolero tan español como su letra, pero en cuyo manuscrito, copiado por el biógrafo de Beethoven, Anton F. Schindler, se lee: “Canción portuguesa de Portugal. Texto en español”. Portuguesa de Portugal, por si hubiera lugar a dudas, lo cual no impide la reivindicación (más bien la estimula; tanta insistencia es sospechosa) junto con las tres incuestionadas españolas.
Ficha Artística
- Autores:Ludwig van Beethoven
- Adaptación:
- Traducción:
- Dirección:Ricardo Soláns Armillas
- Intérpretes:Soprano: Mar Morán. Tenor: Alain Damas. Violín: María Carbajo. Cello: Pablo Baleta. Piano: Ricardo Soláns
- Producción:Tempo Giusto
- Escenografía:
- Coreografía:
- Vestuario:
- Música: