Música | Clásica
60 minutos | Castellano | Familiar
Si acaso tuviésemos que resumir en una palabra el contenido del Réquiem de Fauré, sin duda, ésta sería paz. Fauré desarrolló una intensa labor como organista en varias iglesias. En una ocasión, y referido al Réquiem, manifestó:
“Se ha dicho que mi Réquiem no expresa el miedo a la muerte, y ha habido quien lo ha llamado un arrullo de la muerte. Pues bien, es que así es como yo veo la muerte, como una feliz liberación, una aspiración a una felicidad superior, antes que una penosa experiencia… En cuanto a mi Réquiem, quizás también he querido yo escapar del pensamiento más habitual, ¡después de tantos años acompañando al órgano servicios fúnebres! Lo sé todo gracias al corazón. Yo quise escribir algo diferente.”
Consecuente con su pensamiento, es su composición, bastante alejada del protocolo dictado por el Concilio de Trento. Berlioz, Verdi, se interesaban por las visiones apocalípticas del Juicio Final; el «Dies irae» poseía para ellos atractivos más poderosos que el «In Paradisium». Fauré, por el contrario, sólo ha querido escuchar las palabras redentoras de Cristo y el canto apacible de los ángeles. Su mística le acerca a un Fra Angélico o a un San Francisco de Asís, y no conjura la cólera divina, sino que entona una dulce «berceuse de la muerte».
Ficha Artística
- Autores:
- Adaptación:
- Traducción:
- Dirección:Ricardo Soláns Armillas
- Intérpretes:Soprano: Mariángel Vásquez. Barítono: Thomas Hansen. Coro y orquesta Tempo Giusto
- Producción:
- Escenografía:
- Coreografía:
- Vestuario:
- Música: