TOILET

Un espectáculo de clown y magia. Teatro gestual y de objetos. (Sin palabras)

Waldo escribe postales a su madre explicándole que es feliz con su nuevo trabajo: mantener a raya un váter público.

¿Público? ¿Un WC público? ¿Por donde pasa todo el mundo? Uf, ¡qué miedo, hijo!

Para él es una oportunidad de vivir en paz, lejos del olor que se respira en el mundo. Allí dentro, inmerso en la cotidianidad más absoluta, se reinventa cada instante y transforma su realidad jugando e insuflando vida a los objetos que le rodean, dotándolos de alma.

Madre, piensa que este es un lugar muy necesario. ¡Y aquí puedo reír y divertirme con amigos nuevos!

Waldo siempre da vueltas para superar las trampas de cada día, se remanga y barre todos los obstáculos sin manías. Si le gusta soñar e ir con rodeos no es por carencia de claridad, ni tampoco porque sea un cagado… No habla, pero tiene una cosa muy clara y es que “si no hay un motivo evidente de inquietud, la mejor actitud es la indiferencia ante el escape del tiempo”.