Desde que J. Ch. Bach y W. A. Mozart se conocieron en Londres, allá por el 1764, sintieron gran admiración mutua. Cuentan que éstos tocaban una pieza, sentado Mozart en el regazo de Johann Christian, interpretando cada uno un compás de manera alternada, sin que uno pudiera percatarse de que eran dos personas distintas las que tocaban. También sabemos que más tarde interpretaron una Fuga, que comenzó el maestro y concluyó el joven Mozart. Tenemos conocimiento de que en 1778 Mozart escribió a su padre Leopold: “como bien sabes, lo amo con todo mi corazón y le tengo un gran aprecio”. A la muerte de Johann Christian en 1782 escribiría: “¡Qué perdida para el mundo de la música!”.

Seguramente Mozart estudió las obras que Johann Christian compuso en la época en la que se conocieron, tanto es que optó por transcribir tres de sus Sonatas para tecla (nº II, III y IV presentes en el Opus V) y convertirlas en
Conciertos para clave con acompañamiento de dos violines y un violonchelo.

La Sonata VI que se escuchará en este concierto pertenece al mismo Opus.

Este programa muestra la inspiración mutua de ambos compositores, pero no podía empezar de otra manera que con Johann Sebastian Bach, quien tuvo una clara influencia en Johann Christian, a pesar de ser éste, naturalmente, hijo de otra época. Es por esto que en su Sonata VI podremos ver tanto la presencia del estilo de su padre, como la evolución al Preclasicismo.